RAFAEL CORREA: 101

“Por esta razón Robín de los bosques no puede morir, y se le inventa incluso cuando no existe. Los pobres necesitan de él, porque él representa a la justicia, sin la cual, como observó san Agustín, los reinos no son más que un gran latrocinio. Por esto cuando más lo necesitan, quizás, es cuando no existe la esperanza de acabar con la opresión y buscan únicamente un alivio. Y ello incluso en el caso de que acepten a medias la ley que condena al bandolero, el cual sin embargo representa la justicia divina y una forma más elevada de sociedad que es incapaz de nacer.”

- Eric Hobsbawn, Bandidos -

Sinopsis. Cuando reinaba la desesperanza en Ecuador, Rafael Correa proporcionó un alivio. Por eso, millones de personas le reinventaron – un delincuente común - como algo que nunca fue en realidad:

Un Noble Ladrón.

Prefacio

Corrupto, estafador, colaborador y facilitador de narcotraficantes, asesino: todos los cargos y acusaciones contra Rafael Correa, presidente del Ecuador 2007-2017, plantean una pregunta sorprendente: ¿por qué millones de ecuatorianos todavía le apoyan?

Es una pregunta que nadie se hace en serio. Lo hacemos aquí.

Nuestra respuesta de una sola palabra: ¡Exactamente!

Evidentemente, se necesita una explicación...

Correa fue declarado culpable de cinco cargos de corrupción. Su administración fue implicada por la fiscal general Diana Salazar en el asesinato en agosto de 2023 del candidato presidencial Fernando Villavicencio. Correa también ha sido acusado de estar involucrado en el asesinato del general Jorge Gabela, luchador contra la corrupción, y el secuestro del opositor político Fernando Balda. Correa hace alarde de sus conexiones con narcotraficantes internacionales y bandas criminales locales como los Choneros. Actualmente, él vive en Bélgica.

Con tanta carga negativa, ¿por qué tanto apoyo duradero? El partido político de Correa, Revolución Ciudadana, es el más grande en la Asamblea Nacional: 51 de 137 miembros. Su descarada e íntegra pupila, Luisa González, estuvo a punto de ser elegida presidenta; recibió 4.9 millones de votos (el 48% del total) en las elecciones del 15 de octubre de 2023.

En el mejor de los casos, los partidarios de Correa son acusados de ignorancia desviada; en el peor, de estupidez absoluta. Creemos que la solución al misterio del persistente apego se encuentra en otro lugar.

La solución se presenta en dos partes, cultural y psicológica.

INTRODUCCIÓN

Por este estudio estoy en deuda con la innovadora obra BANDITS de Eric J. Hobsbawn. Publicado por primera vez en 1969 (Correa tenía seis años) y actualizado en 2000, yo trabajé a partir de la traducción al español (2001). Investigada exhaustivamente, la bibliografía por sí sola vale el precio de la entrada.

Correa nació en una familia con enlaces criminales:

“Rafael Correa Icaza, padre de Rafael Correa Delgado, nació en Guayaquil, el 23 de marzo 1934. El manco Correa (como se le conocía), entre 1976-78 emitió y vendió acciones para la construcción del Club campestre El Prado y cuando estuvo construido les dijo a los accionistas propietarios que sólo eran miembros y tenían además que pagar costosas cuotas mensuales adeudadas. A los reclamantes les amenazaba con su mano de garfio y sosteniendo en la otra mano una pistola. Los perjudicados presentaron cientos de demandas por estafa contra él. Posteriormente fue detenido en el aeropuerto JFK International en Nueva York en 1967 por el transporte de cocaína como mula del narcotráfico.”  Fue liberado en 1971.

Su destino fue trágico.  Otra fuente:

"A mediados de mayo de 1995 Rafael Correa Icaza visita a su amigo León Roldós Aguilera, para pedirle unos dólares en un agudo estado de depresión. No tenía trabajo, su esposa lo habia abandonado y nadie lo queria en su casa, Aparentemente habló con Roldós cerca del suicidio y éste lo aconsejo que tuviera la fortaleza de soportar las penalidades de la vida. De nada sirvieron las palabras de Roldós y a los pocos días éste se suicida. No existen detalles del hecho, después de todo era un ilustre desconocido." 

* * *

Necesita hacerse aquí, al principio, una distinción crucial.

Mencionamos al Noble Ladrón, también conocido como Bandido Social. El Noble Ladrón no es un criminal común. Es un fenómeno sui generis.

El Noble Ladrón quiere la libertad feroz llena de miedo, que es la única libertad que pueden tener los pobres. El delincuente común quiere dinero. El Noble Ladrón regala dinero. A diferencia del delincuente común, el Noble Ladrón tiene límites morales y geográficos. El Noble Ladrón tiene raíces en la comunidad local donde es un héroe; el delincuente común no las tiene, es odiado.

Paul Cézanne, "The Murder"

Robin Hood sigue siendo el prototipo del Noble Ladrón. La Parte II explorará porque él es un fenómeno transcultural a nivel mundial y que ha perdurado siglos. La causa no podría ser más profunda.

Hobsbawn: “Con todo, los bandidos sociales [Nobles Ladrones] y los bandidos criminales no pueden compararse, aunque a ojos de la ley oficial fueran tan delincuentes los unos como los otros, porque, según la moral del pueblo llano, unos eran criminales y los otros, no.”

La ideología predominante, entonces, se equivoca al considerar a ambos grupos como criminales y no va más allá. Cuando se hace la distinción, surgen perspectivas perspicaces, nuevas. Rafael Correa no se puede entender sin ellas.

La línea entre un Noble Ladrón y un delincuente común puede ser existencialmente confusa; ambos pueden cometer el mismo acto. Además, la línea se está volviendo menos evidente que en la época rural preindustrial, cuando los de adentro y los de afuera se distinguían más claramente.

En algunos casos, la definición de “crimen” también puede resultar poco clara. Los bancos eran tan impopulares en el Salvaje Oeste EE.UU. del siglo XIX que gran parte de la población consideraba que robarlos no fuera un crimen. El más famoso ladrón de bancos Jesse James (1847-1882) sigue siendo una figura popular en el folklore, películas, canciones, poemas y libros.

Probablemente, Correa no considera que robar 70 mil millones de dólares de dinero público sea un crimen. Todos los presidentes ecuatorianos roban. Todo el mundo lo sabe. ¿Y qué?

Después de observarle durante 13 años, yo creo que cuando Correa empezó su vida pública él se identificaba con el Noble Ladrón. Sin embargo, él nunca entendió bien el papel y nunca pudo cumplirlo.

Hoy en día, como lo haría un Noble Ladrón, Correa niega ser o haber sido un criminal, a pesar de que fue declarado culpable en un tribunal de justicia. En verdad – Correa les dirá – él solo les robaba a los verdaderos criminales, los ricos, especialmente a los ricos extranjeros, los imperialistas yanquis.

Noble Ladrón versus criminal común: la distinción es vital para propósitos políticos porque el criminal común es detestado por todos excepto por un grupo: la subclase permanente – proxenetas, pequeños timadores, mulas de drogas – que Karl Marx menospreció como “lumpen proletariado”. Por el contrario, el Noble Ladrón es venerado, adorado e incluso idolatrado por un enorme sector de la población en todas las sociedades. No es de extrañar que Correa luche con uñas y dientes contra la chompa “criminal” que le colgó Diana Salazar.

¿Es Correa un Noble Ladrón? Sus seguidores están convencidos que sí.

Vamos a ver….

El Génesis del Noble Ladrón

Ecuador tiene las tres condiciones socioeconómicas necesarias para engendrar un Noble Ladrón.

1. La condición sine qua non del bandidismo en general, y por tanto del Noble Ladrón en particular, su eje central, se encuentra en el estómago de los hombres: el hambre. Pobreza.

La pobreza en Ecuador es del 25%. Pobreza extrema al 15%.

Una conclusión inevitable: el desarrollo económico socava el terreno del Noble Ladrón.

El desarrollo no es desconocido en Ecuador…

Mire nuevamente el gráfico de pobreza y pobreza extrema. Ambos índices se contrajeron durante los años de Correa (2007-2017). Eso no se debió a nada de lo que él hizo sino al espectacular aumento del precio del petróleo, el principal producto de exportación de Ecuador. El petróleo representa alrededor de un tercio de todos los ingresos públicos y de las exportaciones.

La bonanza petrolera financió ingentes proyectos de obras públicas (muchos de ellos hoy elefantes blancos) que emplearon a miles de personas. También permitió una corrupción desenfrenada a una escala sin precedentes: se robaron 70 mil millones de dólares (cifras oficiales).

Cuando el precio del petróleo cayó, Correa recurrió a colosales préstamos internacionales que años después aún obstaculizan la economía del país.

2. Llegamos al segundo sine qua non para la creación del Noble Ladrón: el mundo rural.

Aquí tampoco el futuro del Noble Ladrón es brillante. La ruralidad en Ecuador ha disminuido desde 1950, del 72% al 39% en 2001.

3. La tercera condición requerida para instaurar el Noble Ladrón: la falta de control gubernamental de las fronteras. Débiles gobiernos centrales caracterizaban a la mayoría de las naciones jóvenes hasta los mediados del siglo XX. Los bandidos florecían en las zonas aisladas. La falta de control todavía caracteriza a Ecuador, particularmente en su frontera norte con Colombia.

Barra lateral. No es necesario definir “fronteras” estrictamente en términos tradicionales. Las cárceles, los barrios difíciles, el Internet y las poblaciones itinerantes son ejemplos de otras fronteras.

En resumen, dado el desarrollo económico general, sobre todo de comunicación y transportación modernas, en el Noble Ladrón es posible que a la larga estemos ante los rescoldos de un fenómeno milenario – “antiquísimo”, según Hobsbawn. Esto dicho, de las tres condiciones queda lo suficiente para dinamizar al Noble Ladrón en Ecuador por un tiempo más.

La repercusión política es obvia. Incluso si sus partidarios tienen razón en que Correa es un Noble Ladrón, un paladín, él enganchó su carrera a una estrella descendiente. Creo que él se dio cuenta de esa realidad y cambió de caballo, resultando en un Correa I y un Correa II. Más sobre ese tema a continuación.

Barra lateral. La historia especial del Ecuador sin duda facilitó el mito del Noble Ladrón. Durante siglos, el área fue una frontera, primero del imperio de los Incas y después del imperio español. Los indígenas, especialmente los Cañarís, libraron una especie de guerra de guerrillas; el territorio nunca fue completamente dominado. Esta larga historia de rebelión no será examinada aquí.

PARTE I

CULTURAL

Hobsbawn resume lo que se necesita para desempeñar el rol de Noble Ladrón:

“Su papel consiste en hacer de paladín, corregir los abusos, aportar la justicia y la igualdad social. Su relación con los campesinos es de una solidaridad e identidad totales.

La ´imagen´ refleja ambas cosas. Puede resumirse en nueve puntos: 1) el ladrón noble inicia su carrera fuera de la ley no a causa del crimen sino como víctima de la injusticia, o debido a la persecución de las autoridades por algún acto que éstas, pero no la costumbre popular, consideran criminal; 2) ´corrige los abusos´; 3) ´roba al rico para dar al pobre´; 4) ´no mata nunca si no es en defensa propia o en justa venganza´; 5) si sobrevive, se reincorpora a su pueblo como ciudadano honrado y miembro de la comunidad. En realidad, nunca abandona su comunidad; 6) es ayudado, admirado y apoyado por su pueblo; 7) su muerte obedece única y exclusivamente a la traición, puesto que ningún miembro decente de la comunidad ayudaría a las autoridades en contra suya; 8) es — cuando menos en teoría — invisible e invulnerable; y 9) no es enemigo del rey o del emperador, fuente de justicia, sino sólo de la nobleza, el clero y otros opresores locales.”

Rafael Correa obtiene un puntaje inequívoco solo en el número 6, admirado y apoyado por "su" pueblo, aproximadamente el 30% del Ecuador.

Correa anota parcial y potencialmente en el número 8. Al contrario del Noble Ladrón, él es muy visible; tuitea regularmente y concede entrevistas a todo interesado. ¿Invulnerable? Quizás... Recientemente, cometió descaradamente un delito - obstrucción de la justicia - al advertir que estaba a punto de caer una redada policial a nivel nacional.

Por supuesto, hay formas menos llamativas de avisar a las personas que están a punto de ser arrestadas, formas que tú, Correa y yo conocemos. Pero a diferencia de nosotros, Correa piensa que no puede ser arrestado - lo ha evitado durante años - que él está por encima de la ley. El tiempo dirá si tiene razón.

A lo largo de su texto, Hobsbawn identifica otros rasgos del Noble Ladrón. En total, yo identifiqué más de 60; aquí citaré sólo algunos. La razón no es sólo por brevedad sino para evitar que se escriba, sin quererlo, una guía de “Cómo Hacer”. Correa es solamente uno de los innumerables criminales comunes – en particular los narcotraficantes - que anhelan ser vistos como Nobles Ladrones; adoptan el mito, los gestos e incluso algunos métodos. Ídem los sucesores de la “Nueva Izquierda” de la década 1960 y otros cuasi-revolucionarios (término de Hobsbawn) a quienes no les gustan la clase trabajadora y el campesinado.

En camino, querido lector, encontrarás más notas que distinguen al Noble Ladrón del delincuente común.

11. Su carrera es breve: 2-3 años. Las cárceles están repletas de criminales ancianos, no de viejos Nobles Ladrones. Correa ha existido públicamente más de 18 años.

12. El Noble Ladrón es una figura local. Se le identifica con una zona rural confinada, por ejemplo, Robin Hood con el bosque de Sherwood. Es un chico de campo. Correa está asociado a una gran ciudad, Guayaquil. Este es un rasgo de gánsteres, no de Nobles Ladrones.

13. Lo que el Noble Ladrón hace en la realidad tiene poca o ninguna importancia. Explicaremos en Parte II el origen de la enorme creación de mitos que le rodean. Correa no está ni cerca de tener esa estatura en la imaginación del público general.

14. Los prospectos decrecientes obligan al Noble Ladrón a formar alianzas impías con las autoridades. Aquí Correa anota. Tiene alianzas con el presidente Daniel Noboa, así como con alcaldes, gobernadores, prefectos, jueces. Sin embargo, al fin y al cabo, alianzas tan llamativas son más un rasgo de gánsteres urbanos que blanden vínculos corruptos con el ayuntamiento; son más jefes que rebeldes. A diferencia de esas alianzas, las del Noble Ladrón son poco visibles. Él está aislado en una zona rural y, por tanto, forma menos parte del “sistema”.

15. El Noble Ladrón no se compromete plenamente con ningún grupo, ya sea de izquierda, derecha o centro. Preserva su autonomía mediante negociaciones con muchos grupos. Correa se comprometió temprano con los gobiernos izquierdistas de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba.

Descubrió con el tiempo que ellos tenían poco que ofrecer en apoyo material - que la “revolución”, sin importar cómo se definiera, no era una opción real. Creo que fue entonces cuando empezó a descartar la imagen del Noble Ladrón y se volvió hacia otro lado. Más sobre ese tema a continuación.

16. El apoyo local evita que el Noble Ladrón se convierta en un delincuente común. Correa no tiene una rural comunidad a la que puede apoyarse.

Los valores comunitarios son cruciales. Un hombre que es un Noble Ladrón en su tierra puede ser considerado afuera un criminal común.

17. El noble ladrón es noble. Tiene un código de honor. Él mata pero no dispara primero y normalmente sólo en defensa propia. No mata a personas indefensas ni realiza asesinatos “sucios” de adversarios. Matar a foráneos y a la policía está permitido.

El asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio fue sucio, sin honor. Lo mismo ocurrió con el asesinato del general Jorge Gabela, que denunció corrupción en contratos militares.

El delincuente común no tiene código de honor. Agarra el dinero y huye; ellos “pisan y corren”. Correa es manifiestamente débil y se está debilitando notablemente más en este punto.

David McKean, "Crime and Punishment"

18.  El Noble Ladrón es un activista, no un ideólogo ni un buscador de ganancias. Su papel es despejar el camino, no descubrirlo ni reemplazarlo. En diez años en el poder, Correa no desempeñó ninguna de esas tres funciones. A diferencia del Noble Ladrón, Correa predica una ideología, “Socialismo del siglo XXI” y manifiestamente un buscador de ganancias.

19.El Noble Ladrón basa sus creencias en un pasado mitológico o perdido. Este pasado puede ser el de la Iglesia Noble. El delincuente común no tiene ningún punto de referencia semejante.

21. Los campesinos están atados a la tierra y a los ritmos agrícolas. No tienen tiempo ni libertad para unirse a movimientos revolucionarios. Por lo tanto, la base de reclutamiento del Noble Ladrón se limita a zonas rurales sobrepobladas; a los hombres entre la pubertad y el matrimonio; soldados, desertores; individuos desplazados. La candidata presidencial de Correa en 2023, Luisa González, una abogada y ex burócrata de 45 años, obviamente no pertenecía a esa base.

22. Por un lado; por el otro. Hay el lado bueno y el lado malo. El Noble Ladrón es lleno de ambigüedad. Esa es la fuente de su fuerza porque en una situación de ambigüedad, el quien está en POSICIÓN de saber, tiene el poder. Cuando se trata de él y sus asuntos, el Noble Ladrón ocupa esa posición.

La ambigüedad se manifiesta principalmente en dos sentidos:

Primero, el Noble Ladrón es sumamente bondadoso y sumamente cruel. Él necesita esa ambigüedad para sobrevivir. Hobsbawn: “Si sólo inspiran amor, es un punto débil. Si sólo inspiran miedo, son odiados y no tienen quien los apoye. Dicho de otro modo, incluso el mejor de los bandidos debe demostrar que puede ser ´terrible´.

La crueldad es inseparable de la venganza, y la venganza es una actividad enteramente legítima para el más noble de los bandoleros.”

Segundo, el Noble Ladrón es simultáneamente uno de ellos y uno de nosotros.

Hobsbawn:

“El hecho crucial de la situación social del bandido es, efectivamente, su ambigüedad. Es un marginado y un rebelde, un pobre se niega a aceptar las pautas normales de la pobreza y que establece su libertad por medio de los únicos recursos que están al alcance de los pobres: la fuerza, el valor, la astucia y la determinación. Esto le aproxima a los pobres: es uno de ellos. Y le opone a la jerarquía del poder, de la riqueza y de la influencia: no es uno de ellos. No hay nada que pueda convertir a un bandido campesino en un ´caballero´ porque en las sociedades en las que florece el bandolerismo la gente noble y de alto rango no se recluta en los medios populares. Al mismo tiempo, el bandido resulta inevitablemente apresado en la trama de la riqueza y el poder, porque, a diferencia de otros campesinos, adquiere riqueza y ejerce poder. Es ´uno de nosotros´ sometido constantemente al proceso de verse asociado con ´ellos´. Cuanto más triunfa como bandido, más resulta a la vez un representante y un campeón de los pobres y una parte integrante del sistema de los ricos.”

El ladrón común es simplemente cruel y un outsider; no es uno de nosotros - las personas honorables y decentes.

Correa es ambiguo sólo en el segundo sentido y con sus seguidores: rico y poderoso, pero aún “uno de nosotros”.

23.  El Noble Ladrón es siempre un vengador del pobre.

La venganza explica por qué la violencia y la crueldad son básicas a la identificación del Noble Ladrón.  Hobsbawn: “La violencia y la crueldad son aquellas que resultan inseparables de la venganza. Venganza por una humillación personal, pero también venganza sobre aquellos que han oprimido a los demás.”

En una década entera en la presidencia, Correa vengaba los agravios cometidos contra él, pero nunca contra los pobres.

24.  Cualquier orden es mejor que la anarquía. Los bandidos en general y los Nobles Ladrones en particular mantienen el orden en las zonas fronterizas donde el gobierno es débil.

Hobsbawn:

“Porque la característica básica del bandolerismo consiste en que, aparte de la necesidad que tiene el bandido de contactos comerciales, constituye un núcleo de fuerza armada y, por fin, una fuerza política. En primer lugar, una banda es algo con lo que el sistema local ha de llegar a un arreglo.”

Sospecho que Daniel Noboa escuchó a su padre, un magnate bananero, quien le dio el tradicional consejo de hacer “arreglos” con Correa y otros criminales. El hecho de que tales pactos puedan no ser necesarios no viene al caso.

Probablemente, Noboa pensaba que él podía incluir a Correa y otros delincuentes comunes como miembros de “su” grupo; así lo hace la oligarquía para aumentar su fuerza y prestigio. En el caso de Noboa, ocurrió exactamente lo contrario.

25.  Notamos que la reducción de la pobreza, de la vida rural y de las fronteras incontroladas debilita la existencia del Noble Ladrón. Se reducen sus opciones a dos.

Hobsbawn:

“Al llegar ahí, el bandido ha de elegir entre convertirse en un criminal o un revolucionario [sic]. Como hemos visto, el bandolerismo social por su naturaleza desafía al orden establecido de la sociedad de clases y al gobierno político en principio, sean cuales sean sus componendas con ambos en la práctica. Por ser un fenómeno de protesta social, puede verse como un fenómeno precursor o un incubador potencial de la rebelión. En esto difiere netamente del mundo ordinario del hampa criminal...”

Ni el Noble Ladrón ni el delincuente común son buenos candidatos para la revolución. El Noble Ladrón valora su feroz libertad más que el poder político o un cambio socioeconómico. Por eso es poco probable que se someta a la disciplina de un partido comunista. Por su parte, el criminal común ve la revolución simplemente como una oportunidad inesperada para robar.  Los revolucionarios profesionales no confían en criminales porque saben que se venderán al mejor postor.

26.  Hobshawn: “el bandido no es sólo un hombre, es también un símbolo.“

El Futuro del Noble Ladrón en Ecuador

Lo que suele pasar es lo que pasó a Correa:

Hobshawn:

“El ´ladrón noble´ tradicional representa una forma sumamente primitiva de protesta social, quizás la más primitiva de todas. Es un individuo que se niega a doblegar su espalda, eso es todo. En condiciones no revolucionarias, la mayoría de los hombres de este tipo caen tarde o temprano en la tentación de elegir el camino más fácil y convertirse en un ladrón corriente que ataca tanto al pobre como al rico (con la posible excepción de su pueblo natal), mano derecha de los señores, miembro de alguna cuadrilla poderosa que actúa en connivencia con las estructuras del poder oficial [sic]. Ésta es la razón por la que los pocos que no lo hacen, o de los que se creen que han permanecido puros, reciben una carga tan grande y apasionada de admiración y añoranza. No pueden abolir la opresión. Pero demuestra que la justicia es posible y que los pobres no tienen por qué ser humildes, impotentes y dóciles”.

Yo sostengo que hubo un Correa I y un Correa II. Correa I, que tenía algunos accesorios y guarniciones del Noble Ladrón, desapareció cuando fracasó su proyecto ecológico Yasuní-ITT. El proyecto requería que naciones extranjeras contribuyeran con 3.600 millones de dólares para mantener más de mil millones de barriles de petróleo en el suelo del Parque Nacional Yasuní de Ecuador. Las contribuciones fueron escasas; los “ricos” no se dejaron privar. Declarando “El mundo nos ha fallado”, Correa descartó el proyecto en 2013.

Entonces, él escogió el camino más fácil:  surgió Correa II. La extracción de petróleo comenzó en 2016.

Sin una revolución como opción viable, con sus escasos atributos de Noble Ladrón despojados, se convirtió en lo que siempre fue: un criminal común. Hobsbawn: “el bandolerismo se fundió con la mafia, la protesta social desapareció detrás de la empresa criminal”.

* * *

La reducción de las condiciones socioeconómicas esenciales grava al Noble Ladrón; es decir, él está saliendo, pero aún no se ha ido. La desesperación está ahí, si no aumentando, en la población ecuatoriana; se buscará un alivio. ¿Emergerá un nuevo Noble Ladrón?  Ahora él tiene una fuerte competencia.

Hobsbawn:

“Tal vez, a medida que el estado se vuelve más remoto y las asociaciones como los sindicatos pasan a ser simples organizaciones de autodefensa de grupos determinados (como sucede en algunos países), el atractivo de semejantes sueños de insurgencia y justicia privadas crecerán. Dudo que en nuestras sociedades la manera principal de expresarlo de forma imaginaria sea la figura del bandido. Ni Jesse James ni siquiera John Wayne pueden seguir compitiendo con Batman y otros personajes parecidos.”

Lo Que Hay al Fondo

La esencia del fenómeno del Noble Ladrón se mencionó en nuestra introductoria: la justicia.

Hobsbawn cita a Ivan Olbracht, escritor Checo:

“El hombre tiene una aspiración insaciable hacia la justicia. En su alma se rebela contra un orden social que la niega, y sea cual sea el mundo en el que vive, acusa de tal injusticia o bien a ese orden social o al universo material entero. El hombre posee un impulso extraño y pertinaz a recordar, a imaginar cosas y a transformarlas; y además lleva dentro de sí el deseo de tener lo que no puede tener, aunque sólo sea bajo la forma de cuento de hadas. Ésta es quizá la base de las sagas heroicas de todas las épocas, de todas las religiones, de todos los pueblos y de todas las clases sociales…Ésta es la razón por la que Robín de los bosques es nuestro héroe y seguirá siéndolo.”

En cuanto a Rafael Correa, cerramos Parte I donde comenzó.

Por desesperación, en la mente de millones de personas, se inventó algo que no existía.

Hobsbawn:

“En efecto, dado que en los países que poseían una arraigada tradición de bandolerismo en todo el mundo, incluso los policías, los jueces y los propios bandoleros, esperaba ver a alguien en el papel de bandido noble, un hombre podía convertirse en un Robín de los bosques en vida si satisfacía los requisitos mínimos para ello.”

Parte II identificará los requisitos mínimos que poseía Rafael Correa y explicará cómo ellos crearon y mantienen su popularidad frente a una multitud de inculpaciones y cargos penales.

PARTE II

PSICOLÓGICO

“El embaucador es al mismo tiempo creador y destructor, dador y negador, el que engaña y el que siempre es engañado”.
                                             Paul Radin, The Trickster

INTRODUCCIÓN

Con tan poco del Noble Ladrón en Rafael Correa, ¿Cómo pueden millones de personas reinventarle como tal?

Yo envié un vídeo de su “Sabatina” - programa semanal de televisión - a un psicoanalista junguiano en Francia. Ella no habla español y no tenía idea de quién era Correa. Le pregunté su impresión.

Ella respondió en menos de un minuto:

"Trickster figure". Embaucador.

El Embaucador es uno de los arquetipos (“molde original” en griego antiguo), los patrones e imágenes arcaicos y universales en el inconsciente. Son potenciales heredados, el equivalente psíquico de los instintos. El anciano sabio, el héroe, la madre, el niño y el diluvio son ejemplos de arquetipos junguianos.

Los arquetipos, que forman la capa más arcaica de la psique, no están limitados en tiempo o lugar, ni por fronteras culturales o nacionales. Son los mismos en India e Indiana, China y Chile, Irán e Irlanda, desde el 20.000 a.C. hasta el 2024 d.C. Aunque los arquetipos no varían, cada cultura los desarrolla de manera diferente.

El psicoanalista Carl Jung pasó toda su vida analizando arquetipos.  Dos párrafos claves:

(1) “Y lo esencial, psicológicamente, es que en los sueños, las fantasías y otros estados mentales excepcionales, los motivos y símbolos mitológicos más inverosímiles, pueden aparecer de forma autóctona en cualquier momento, a menudo, aparentemente, como resultado de influencias particulares, tradiciones y excitaciones que actúan sobre el individuo, pero más a menudo sin ningún signo de ellas. Estas ´imágenes primordiales´ o ´arquetipos´, como las he llamado, pertenecen al acervo básico de la psique inconsciente y no pueden explicarse como adquisiciones personales. Juntos forman ese estrato psíquico que se ha llamado inconsciente colectivo”. CG Jung, Obras completas vol. 8 (1960), “La importancia de la constitución y la herencia en psicología” (1929), párrafos 229-230 (p. 112). 

(2) “Mi tesis, entonces, es la siguiente: además de nuestra conciencia inmediata, que es de naturaleza completamente personal y que creemos que es la única psique empírica..., existe un segundo sistema psíquico de un carácter colectivo, universal, e impersonal que es idéntica en todos los individuos. Este inconsciente colectivo no se desarrolla individualmente, sino que se hereda. Se compone de formas preexistentes, los arquetipos, que sólo pueden volverse conscientes secundariamente y que dan forma definida a ciertos contenidos psíquicos”. CG Jung, Obras completas vol. 9.I (1959), “El concepto de inconsciente colectivo” (1936), p. 42.

El Embaucador es el arquetipo colectivo e inconsciente que es proyectado sobre Rafael Correa por el 30% de la población adulta del Ecuador. Es la fuente de su perdurable atractivo personal a pesar de sus actividades criminales y de todos los cargos legales en su contra. Es lo que le sostiene como figura pública.

Los Rasgos del Embaucador 

"Esta cosa de oscuridad la reconozco mía".

William Shakespeare, La Tempestad

Michel Rodange, “Reynard el zorro” (1869)

El Noble Ladrón es el embaucador cum laude. Desobedece las reglas y desafía el comportamiento convencional; tiene conocimiento secreto. Hace chistes astutos. Es impredecible; sin sentido; irresponsable. Ingenioso, engañoso: es un burlón con regalos de carnaval. Puede manifestarse en la picardía de los objetos; un error torpe; un lapsus verbal; un paso en falso.

Cada persona y sociedad tiene una "sombra" psicológica: una colección inconsciente de rasgos negativos.  Mentimos, robamos, engañamos, aplazamos. Debido a que la mente consciente los rechaza, esos rasgos se proyectan inconscientemente en otros individuos y grupos.

El propósito de la proyección es el alivio. Lo consigue, pero sólo temporalmente. Jung:

“Todo el mundo lleva consigo una sombra, y cuanto menos encarnada está en la vida consciente del individuo, más negra y densa es. En cualquier caso, constituye un obstáculo inconsciente que frustra nuestra intención más bien intencionada”.

Las siguientes citas son de C.G. Jung, "Sobre la psicología de la figura del Embaucador".

“Una etapa anterior y rudimentaria de la conciencia, el embaucador representa la sombra en una forma prístina.

Sólo cuando la conciencia [del hombre] alcanzó un nivel superior pudo separar de sí mismo el estado anterior,[bajo e inferior] y decir algo al respecto. “

Como era de esperar, el Embaucador es "inconsciente de sí mismo... Aunque en realidad no es malvado, hace las cosas más atroces por pura inconsciencia y falta de relación".

El Embaucador es el precursor del salvador: dios, hombre y animal en uno.

“El embaucador es un ser primitivo 'cósmico' de naturaleza animal divina, por un lado, superior al hombre por sus cualidades sobrehumanas, y por el otro inferior a él por su sinrazón e inconsciencia. Tampoco es rival para los animales debido a su extraordinaria torpeza y falta de instinto”. Al observar a Correa a lo largo de los años, una y otra vez, me pregunté cómo alguien tan inteligente podía ser tan estúpido.

La respuesta en pocas palabras: el Embaucador es el “reflejo de un estado de conciencia extremadamente primitivo solidificado en un personaje mitológico…”

El Noble Ladrón es solo uno de esos personajes, pero posiblemente el más importante.  Desde tiempos inmemoriales él ha sido el protagonista principal de “fantasías colectivas, es decir, mitos y cuentos de hadas”.

Su Embaucador interior probablemente sea lo que impulsó a Correa a la vida pública:

“Los mejores ejemplos de 'trucos de mono', como el discurso popular resume acertada y verazmente este estado de cosas en el que todo va mal y nada inteligente sucede excepto por error y en el último momento, se encuentran naturalmente en la política.

El hombre llamado civilizado se ha olvidado del embaucador. Sólo lo recuerda en sentido figurado y metafórico, cuando, irritado por su propia ineptitud, habla de que el destino le juega una mala pasada o de que las cosas están hechizadas”.

El Embaucador se manifiesta especialmente cuando se forman multitudes. “Tan pronto como las personas se reúnen en masa y sumergen al individuo, la sombra psicológica se moviliza y, como muestra la historia, puede incluso personificarse y encarnarse”.

“Exteriormente la gente es más o menos civilizada, pero interiormente sigue siendo primitiva. Algo en el hombre es profundamente reacio a renunciar a sus comienzos, y al mismo tiempo cree haber superado todo eso hace mucho tiempo”.

Jung resumió:

“El Embaucador es una figura sombría colectiva, un epítome de todos los rasgos inferiores de carácter de los individuos. Y como la sombra individual nunca está ausente como componente de la personalidad, la figura colectiva puede construirse a partir de ella continuamente. No siempre, por supuesto, como figura mitológica, sino, como consecuencia de la creciente represión y abandono de los mitologemas originales [es decir, temas básicos y recurrentes en los mitos], como una proyección correspondiente sobre otros grupos sociales y naciones”. 

* * *

Lo que nos lleva a Ecuador:

Rafael Correa

La apariencia física de Correa - lo he visto en persona -, sobre todo su sonrisa burlona, inconscientemente reaviva el arquetipo del Noble Ladrón, el sinvergüenza divertido, el pícaro astuto, el Embaucador. Eso es lo que Correa tiene a su favor. Aparte de eso, como demostró Parte I, en la práctica y por un amplio margen, reprobó el examen de ser Noble Ladrón. Esa realidad, sin embargo, no entra en escena. Como señaló Parte I, una característica (#13) del Noble Ladrón es que lo que realmente hace tiene poca o ninguna importancia. Si Robin Hood, el prototipo del Noble Ladrón, realmente existió o no, no importa. Cuando reina la desesperación, no es lo que la gente sabe; lo que cuenta es lo que quiere.

No se debe subestimar la importancia de las expresiones faciales. La proyección del Noble Ladrón – el Embaucador constelado – sobre Correa requiere un gatillo; su expresión completa la cuota. La prueba es que si le quitamos la cara burlona a Correa, la imagen del Noble Ladrón se evapora. Hay métodos de acelerar y consolidar ese proceso. No los discutiré aquí, excepto para decir esto: calvicie, sobrepeso, mostrando signos de demencia, a medida que Correa envejece, la naturaleza está iniciando el proceso. Depende de los humanos terminarlo.

Conclusión

En Correa, el Noble Ladrón nunca fue más que un componente estilístico. En cuanto a la sustancia, como demostró ampliamente Parte I, había muy poca. Un condimento entonces. Algo que se utiliza para realzar el sabor de la comida, pero sin comida.

Terminamos con el propósito de este artículo “Rafael Correa: 101”. Ayudar al público a tomar conciencia de un arquetipo inconsciente, para que pueda empezar a controlarlo, en vez de ser controla por ello.

Es la única manera segura de impedir que delincuentes comunes lleguen a ser presidentes.